El proyecto refugios climáticos ha convertido once escuelas de la ciudad en refugios climáticos implementando soluciones tradicionales contra el calor en los edificios y transformando los patios introduciendo vegetación, espacios de sombra y puntos de agua. El alumnado y el profesorado de las escuelas ya han podido disfrutar de estos espacios y se prevé que la ciudad los pueda utilizar durante el verano. La Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), El Institut de Salut Global Barcelona (ISGlobal) i el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), hacen seguimiento antes, durante y después de la intervención para evaluar el impacto en la salud y en el entorno de la comunidad educativa de la medida.
El proyecto de refugios climàticos “Adaptar escoles al canvi climàtic a través del verd, el blau i el gris”, es financiado en un 80% por el programa Urban Innovative Action de la Comisión Europea y comenzó hace casi dos años. El pasado mes de octubre terminó la intervención en las escuelas, para convertirlas en espacios que se adapten a los efectos del cambio climático como las olas de calor. En el proyecto liderado por el Ayuntamiento de Barcelona participan diferentes instituciones, entre ellas la ASPB.
La ASPB estudia el impacto en salud y bienestar de las intervenciones con estudios en los que participan los alumnos, el profesorado y la comunidad del entorno, principalmente las personas usuarias de los patios abiertos.
Para evaluar los potenciales beneficios en la salud y bienestar físico y mental, se han hecho cuestionarios con preguntas sobre la percepción de la salud, el nivel de actividad física, el confort de la escuela o los usos del patio de la escuela antes y después de las intervenciones. Estos cuestionarios se han hecho en las escuelas que forman parte del proyecto y en diez escuelas control donde no se han hecho intervenciones y que, por tanto, permitirán comparar resultados.
En cuanto a los estudios con el profesorado, durante los meses de mayo y junio de este curso se harán grupos de discusión entre docentes de las diferentes escuelas para que analicen, desde su perspectiva, el impacto del proyecto, su vertiente pedagógica o el impacto en el entorno.
Finalmente, para analizar el impacto en la comunidad, se pondrán en marcha medidas observacionales combinadas con encuestas breves a las personas que, durante el mes de julio, utilicen los espacios de patios de las escuelas como espacio de recreo bajo el programa Patis oberts.
Asimismo, la ASPB también ha llevado a cabo el seguimiento y la evaluación del proceso de desarrollo del proyecto desde su inicio. Se ha analizado tanto la parte pedagógica de las diversas actividades que se llevan a cabo, como los talleres para el profesorado o el proceso participativo de cada escuela, a partir de cuestionarios de satisfacción.