La Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) identifica cada año los espacios públicos de la ciudad con elementos de riesgo donde potencialmente pueden proliferar los mosquitos y dónde pueden representar un problema. Así pues, desde abril a noviembre se intensifica la vigilancia y prevención en estos espacios y se interviene en donde se detecta actividad. El principal objetivo de esta tarea es eliminar puntos de cría de mosquitos y evitar su proliferación. Así pues, para el año 2022 se han establecido 82 zonas de vigilancia en la ciudad en las que se realiza un seguimiento continuado y se actúa de forma temprana.
Este mapa se elabora a partir de la recogida sistemática de datos del Servicio de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas (SVIPLA). Así, se contemplan diversos aspectos como la actividad registrada durante el año anterior, los entornos de zonas de riesgo epidemiológico y las desigualdades sociales en salud. Este año, en lo que se refiere a los criterios relacionados con las desigualdades sociales, la ASPB amplía la protección de los colectivos más vulnerables. Por eso, incorpora como variable para la priorización las zonas cercanas a centros escolares y residencias de personas mayores.
La forma más eficiente de controlar la proliferación de mosquitos es evitar que se reproduzcan. Esto se consigue eliminando sus sitios de cría. Esta estrategia de prevención es el elemento principal del Programa de vigilancia y control de mosquitos que ejecuta la ASPB. El programa está dirigido especialmente a reducir la presencia del mosquito tigre (Aedes albopictus) y del mosquito común (Culex pipiens), así como los riesgos que puede acarrear el mosquito tigre en la posible transmisión de enfermedades importadas. Las otras líneas de trabajo son la atención a las incidencias ciudadanas, la vigilancia de arbovirosis, y la divulgación y sensibilización ciudadana. Además, durante todo el año la ASPB también realiza un seguimiento continuado para vigilar la posible llegada de mosquitos invasores y estudiar el posible efecto del cambio climático sobre la estacionalidad de los mosquitos.
Sin embargo, cabe destacar que la mayoría de focos de cría de mosquitos en la ciudad se encuentran en las propiedades privadas (jardines, terrazas, patios, etc.). Por eso, debe insistirse en la necesidad de implicación de la ciudadanía. Todas y todos podemos contribuir a evitar la proliferación de mosquitos haciendo pequeñas rutinas en casa. De hecho, realizar una revisión cada 5 o 7 días de las zonas exteriores para no acumular agua es la medida más sencilla y eficaz para su control. Este gesto es especialmente relevante en el caso del mosquito tigre que aprovecha pequeños bazales de agua para reproducirse. Una hembra puede poner en una semana hasta 200 huevos en pequeños recipientes como jarrones, cubos, macetas o juguetes, por tanto, vigilarlos, retirarlos, vaciarlos o ponerlos boca abajo es clave para reducir sus puntos de cría.
Vigilancia y control de mosquitos en Barcelona. Informe 2021