La Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) identifica cada año los espacios públicos de la ciudad con elementos de riesgo en los que potencialmente puede haber mosquitos y donde pueden representar un problema. Desde abril a noviembre se intensifica la vigilancia en estos lugares y se interviene donde se detecta actividad. Este año se han ampliado estas zonas de vigilancia, pasando de 66 a 81, para reforzar la cobertura en áreas de bajos ingresos de la ciudad, teniendo en cuenta las desigualdades en salud.
El mapa de zonas de riesgo se elabora a partir de la recogida sistemática de datos que realiza el Servei de Vigilància i Control de Plagues Urbanes (SVIPLA). Esta información proviene de diferentes fuentes: inspecciones entomológicas y seguimientos de las zonas de riesgo y de las incidencias, inspecciones entomológicas de los casos de arbovirosi o revisión de trampas de monitorización ubicadas en la ciudad, entre otros.
Esta estrategia de prevención es el elemento principal del Programa de vigilancia y control de mosquitos que la ASPB ejecuta desde 2005. El programa está dirigido especialmente a identificar puntos de cría de mosquitos, en concreto del mosquito tigre (Aedes albopictus) y del mosquito común (Culex pipiens), y reducir su presencia, así como los riesgos que puede conllevar en el caso del mosquito tigre la posible transmisión de enfermedades importadas. Las otras líneas de trabajo son la atención a las incidencias ciudadanas, la vigilancia de arbovirosi y sensibilización ciudadana. Además, durante todo el año la ASPB también hace un seguimiento continuado en la ciudad para vigilar la posible llegada de mosquitos invasores y estudiar el posible efecto del cambio climático sobre la estacionalidad de los mosquitos.
Vigilancia y control de mosquitos en Barcelona. Informe 2020