Barcelona consolidará de forma definitiva en la ciudad el equipamiento residencial para personas sin hogar con adiciones. El servicio es pionero y único en Cataluña y en el Estado, y ha atendido a unas 200 personas residentes desde abril de 2020. De entre ellas, una treintena han conseguido avanzar en su proceso de autonomía y ya viven fuera del centro. Además, se ha comprobado que las personas residentes han reducido entre un 50 y un 70% su consumo de alcohol y otras drogas, respecto al consumo que hacían antes de entrar en el centro.
El equipamiento está orientado a alojar y atender a personas doblemente vulnerabilizadas y en situación de exclusión social extrema: son personas sin hogar y con adicciones a diferentes sustancias, incluido el alcohol. Las personas residentes tienen un estado de salud delicado y con diversas patologías asociadas fruto de años de drogodependencia y vivir en la calle. El equipo de profesionales que las atiende ha podido constatar que su estancia en el centro supone una mejora substancial en su estado emocional y de salud.
Este nuevo centro de atención sociosanitaria intensiva, que ha estado en funcionamiento ininterrumpido durante año y medio en el distrito de Les Corts, prioriza la atención a personas mayores de 45 años con una situación de salud más comprometida. Asimismo, incorpora la perspectiva de género para dar respuesta a las necesidades diferenciadas de las mujeres y de las personas LGTBIQ, con medidas concretas como una reserva del 50% de las plazas para mujeres o la creación de espacios no mixtos, horarios diferenciados de acceso y servicios específicos.
Tiene capacidad para 50 personas, está abierto las 24 horas todos los días del año y cubre las necesidades básicas de alojamiento, higiene y alimentación y dispone de programas de atención social y sanitaria, incluyendo la reducción de daños por el consumo de sustancias y cuenta con espacios para facilitar el aislamiento sanitario en caso de contagio por cóvid-19.
El Ayuntamiento y la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) pusieron en marcha el equipamiento para responder a la emergencia sanitaria producida por la Covid-19. El centro, gestionado por la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), está funcionando en un albergue para jóvenes de la Fundación Pere Tarrés del distrito de Les Corts desde abril de 2020. A partir del próximo mes de marzo se trasladará a otro espacio ubicado en Horta-Guinardó que gestionará la propia ABD, entidad ganadora de la licitación por concurso público, convocado por la ASPB, por la prestación de este servicio de acogida.
La búsqueda del nuevo espacio ha ido a cargo de la entidad y ha estado acompañada por parte del consistorio y de la ASPB de una serie de reuniones con la asociación de vecinos y vecinas, la comunidad educativa del centro escolar cercano al nuevo equipamiento y comerciantes de la zona para informar del proyecto y trasladar la experiencia previa. Asimismo, está previsto que durante las próximas semanas y antes de realizar el traslado, la ASPB y el Ayuntamiento sigan trabajando con todas las áreas y agentes implicados para que su funcionamiento sea óptimo y en coordinación con el entorno.
Aunque la ciudad de Barcelona cuenta con una amplia red de recursos de atención a las drogodependencias, éste es el primer recurso residencial de baja exigencia dirigido a personas que consumen drogas. El equipamiento es una medida recogida en el Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones 2021-2024 y en planes anteriores, tendrá una financiación pública anual de unos 2,5 millones de euros, que sufragarán tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat de Catalunya.
Por otra parte, disponer de este centro hace que la ciudad cumpla con las recomendaciones internacionales del Observatorio Europeo de las Drogas para dar respuesta a los problemas sanitarios y sociales relacionados con las drogas.