Tras los buenos resultados de la prueba piloto realizada el pasado verano en cuatro playas de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona extiende la prohibición de fumar en todas las playas de la ciudad, incluida la zona de baños del Fórum. El objetivo de la medida es facilitar a la ciudadanía lugares de convivencia más saludables y con menos residuos.
Su despliegue en las 10 playas de la ciudad se inicia con una campaña informativa. A partir de julio entrará en vigor la nueva regulación que se mantendrá durante todo el año. Por parte de la Dirección de Playas y de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) se realizará un seguimiento para optimizar su implantación.
Entre el 29 de mayo y el 12 de septiembre de 2021 ASPB y Barcelona Ciclo del Agua, SA (BCASA) impulsaron la prueba piloto de playas sin humo en cuatro playas de Barcelona, en las que no se permitió fumar ni en la zona de arena ni en el mar durante la temporada alta de baño.
La iniciativa recibió una valoración de más de un 8 sobre 10 por parte de los usuarios de las playas. Además, los resultados de la prueba mostraron una reducción significativa del porcentaje de personas fumando y de colillas en la arena, un residuo altamente contaminante.
El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en España según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se asocia a un aumento de riesgo de padecer enfermedades. El tabaco tiene efectos nocivos no sólo por las personas fumadoras, sino también su entorno más cercano, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud pública.
El tabaquismo pasivo es especialmente perjudicial entre los niños y no existe ningún nivel de exposición seguro. Además, existe evidencia científica de que los niños que ven personas fumadoras a su alrededor tienen una mayor probabilidad de convertirse en fumadores al crecer. También son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco las embarazadas, dado que fumar causa efectos adversos durante la gestación y puede perjudicar la salud del bebé.
Por su parte, el consumo de tabaco es también un problema ambiental. Cada año unos cinco billones de colillas terminan en el medio marino. Estos residuos liberan contaminantes metálicos que provocan alteraciones en los sistemas de los distintos organismos marinos y consecuentemente, debido a su ingesta, al ser humano. Además, las colillas de los cigarrillos tardan en promedio una década en degradarse.
Así pues, esta prohibición se fundamenta en la protección del medio ambiente y el derecho de la ciudadanía a disfrutar de un espacio público limpio, libre de humo y de colillas, la preservación de la convivencia ciudadana y la protección de la salud de las personas , particularmente de las más vulnerables.