En Barcelona, uno de los principales focos de proliferación de mosquitos en la vía pública son los imbornales de tipo arenero. Estos elementos pueden acumular agua de manera estable por sus características estructurales y convertirse en puntos de cría. Una modificación de la estructura de estos elementos hecha por la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) y Barcelona Ciclo del Agua, SA (BCASA) evita que acumulen agua y los elimina como puntos de cría disponible. Así pues, la ASPB y BCASA han establecido un plan de mejora dirigido a modificar progresivamente aquellos imbornales considerados problemáticos en la ciudad.
En 2019 la ASPB y BCASA modificaron la estructura de una veintena de imbornales areneros de la ciudad con el objetivo de eliminar este riesgo. La modificación es sencilla y consiste en llenar de hormigón hasta el nivel del colector de salida estos imbornales con una pequeña inclinación, esto hace que no se acumule agua y evita la proliferación de mosquitos. Los resultados de esta prueba piloto demuestran que la modificación es efectiva y evita la utilización de biocidas en nuestro entorno. Actualmente, ya se han modificado 24 imbornales areneros priorizados más, este año se extenderá a otros 46 y cada año se irá evaluando y extendiendo progresivamente en orden de riesgo.
Hay que recordar que la manera más eficiente de controlar a los mosquitos es evitar que se reproduzcan, y esto se consigue eliminando sus puestos de cría. En espacios públicos, los imbornales son uno de los puntos de cría más productivos, su volumen en la ciudad es considerable y requiere una atención continuada. En concreto, las imbornales areneros suponen aproximadamente el 70% de las actuaciones de control de mosquitos que la ASPB realiza en la ciudad. Por eso, esta medida correctora, fruto de la acción coordinada entre la ASPB y BCASA, supone una importante mejora de la estrategia de prevención, vigilancia y control de estos insectos en la ciudad. Además, el efecto en la eliminación de estos focos urbanos tiene un efecto beneficioso por la convivencia en la ciudad, evitando así problemas de picaduras a la ciudadanía y reduciendo la posibilidad de transmisión de enfermedades, especialmente en el caso del mosquito tigre.
Por otro lado, este plan de mejora de los imbornales areneros se enmarca dentro de las acciones de adaptación al cambio climático del Plan Clima del Ayuntamiento de Barcelona en el que la ASPB participa activamente. Debe tenerse en cuenta que, según las previsiones de los efectos del cambio climático, el aumento de temperaturas y los efectos climatológicos extremos harán aumentar las poblaciones de mosquitos. Por tanto, llevar a cabo medidas de adaptación como éstas tendrá un efecto positivo en la adaptación de la ciudad a un entorno de cambio y en la prevención de los posibles efectos en la salud de las personas que se puedan derivar.