Las pantallas forman parte de la vida cotidiana de la población adolescente, siendo una de sus principales usuarias. Este informe presenta un estudio cualitativo cuyo objetivo ha sido conocer las percepciones, interpretaciones y expectativas de adolescentes de Barcelona, respecto al uso de pantallas y su salud emocional, dado la mayor exposición a pantallas en este colectivo durante la pandemia por la Covid-19. La población de estudio han sido estudiantes de primer curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) (12-13 años) de cuatro centros públicos de Barcelona, ubicados en distritos de diferente nivel socioeconómico.

En el informe se identifican tanto usos positivos como problemáticos de las pantallas. De entre los usos positivos, las y los adolescentes participantes destacan la socialización entre iguales y el entretenimiento. De entre los problemáticos señalan: los cambios de humor y la agresividad que los pueden generar determinados juegos y la tentación de gastar dinero para mejorar la experiencia de juego; el riesgo de aislamiento o el miedo a generar una dependencia a las pantallas o al ciberacoso, entre otros. Se observan diferencias de género en el uso de pantallas (con los chicos más orientados hacia el entretenimiento con juegos competitivos y las chicas hacia un uso relacional en las redes sociales) y según nivel socioeconómico (según el acceso y la calidad los dispositivos utilizados y por la imagen proyectada a través de las pantallas). Respecto a la salud emocional, se señala como positivo que las pantallas permiten distraerse y autoevadirse y como aspectos negativos sobresalen: la agresividad (entre los chicos), alteraciones en la autoestima (entre las chicas) y nuevamente diversos miedos, en ambos sexos como: el aislamiento de la familia, el ciberacoso, el uso fraudulento de los datos personales o la adicción. Durante la pandemia las pantallas les han permitido estar cerca de sus iguales y seguir los estudios, aunque destacan una menor privacidad, un mayor aburrimiento y un posible menor rendimiento escolar.

La población adolescente es consciente del impacto de un uso problemático de las pantallas sobre su salud emocional. Es importante avanzar en el conocimiento de este fenómeno con el fin de diseñar intervenciones de promoción de la salud que fomenten un uso responsable de las pantallas

“Pantalles i salut emocional en adolescents de Barcelona” de l`Agència de Salut Pública de Barcelona
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