Para alcanzar un bienestar físico, mental y social completo, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y cambiar de entorno o adaptarse a él. Desde esta perspectiva, la salud es un concepto positivo que pone el énfasis en los recursos personales y sociales, así como en las capacidades físicas. En este sentido, la promoción de la salud pretende facilitar a las personas el control y la mejora de su salud y los factores que la determinan.
Aunque con frecuencia la promoción de la salud se ha identificado exclusivamente con la educación y el marketing social para cambiar conductas poco saludables, el alcance es mucho más amplio y aborda prerrequisitos de la salud como los ingresos, la vivienda, el acceso a una alimentación suficiente y equilibrada y las condiciones de trabajo y de empleo. Por tanto, la promoción de la salud no es solo una responsabilidad del sector sanitario, sino que implica a otros sectores.