Llevar una dieta sana ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas y evita algunas enfermedades no transmisibles. En los últimos años, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y los cambios en los estilos de vida han dado lugar a unos hábitos alimentarios poco saludables. Actualmente consumimos más alimentos hipercalóricos, más grasas saturadas, más grasas trans, más azúcares libres y más sal, y hay muchas personas que no comen suficiente fruta, verdura y alimentos ricos en fibra.