Para entender la salud de las personas en la edad adulta es importante tener en cuenta la división sexual del trabajo y, por tanto, las condiciones tanto del trabajo remunerado como del cuidado de la familia. Tener o no tener trabajo es uno de los determinantes que influyen más en la salud de las personas; asimismo, tener un trabajo precario genera problemas de salud importantes. Por otra parte, las personas adultas tienen una mayor exposición al estrés, ya sea por problemas vinculados con el entorno familiar, por dificultades económicas o por los problemas para conciliar la vida laboral y la familiar. Y dicho estrés representa un riesgo o amenaza para la salud.