La evidencia científica demuestra que las condiciones de vivienda pueden repercutir sobre la salud física y mental de las personas. Esta relación entre vivienda y salud se explica por diferentes aspectos que interactúan entre ellos: Accesibilidad económica de la vivienda, la seguridad en la tenencia, las condiciones físicas de la vivienda y el hacinamiento, y las características físicas y sociales del barrio donde está localizada vivienda.