Los programas e intervenciones de reducción de daños son servicios dirigidos a reducir los efectos negativos del consumo activo de drogas sobre la salud individual y colectiva. Se centran en la reducción de riesgos en las personas que no pueden abandonar el consumo de drogas o están en las primeras fases de su tratamiento.
Básicamente hay dos tipos de programas: los que se concentran en el intercambio de jeringuillas y los que se realizan en espacios de atención sociosanitaria.
Programas de intercambio de jeringuillas (PIX)
Son programas que facilitan material de inyección estéril, preservativos y otros servicios a los usuarios de drogas por vía parenteral y recogen jeringas usadas. El objetivo es reducir el riesgo de infecciones asociadas al uso de drogas por vía endovenosa. También realizan actividades de educación sanitaria y estimulan la conexión con la red asistencial. Se pueden llevar a cabo en los centros sociosanitarios de reducción de daños, en la calle, en las farmacias y en los centros de atención primaria (CAP) vinculados.
Espacios de atención sociosanitaria de reducción de daños (REDAN)
Los centros de reducción de daños facilitan el contacto de los profesionales con usuarios de drogas ilegales en activo, algunos en situación de exclusión y marginación. Así se pueden abordar sus necesidades médicas, psicológicas y sociales. Disponen de equipos multidisciplinarios y ofrecen educación sanitaria, intercambio de jeringas, distribución de preservativos, prestaciones sociales y sanitarias, y, en algunos casos, espacio de venopunción asistida. Algunos son monográficos y otros están integrados en CAS o centros de tratamiento.